VENI, VIDI, VICI:
Vine, vi y vencí.
Tres escuetas palabra con las que Julio César resumió su batalla contra el rey bárbaro Farnaces II. Sin duda, el parte de guerra más corto de la historia.
El general y cónsul romano Julio César, tras intervenir en la Batalla del Nilo, en la cual se decidía el destino del imperio egipcio, tomó el camino a casa fijando un nuevo rumbo y objetivo, solucionar un problema que Roma padecía desde hace muchos años.
El camino atravesaba la región del Ponto por la actual Turquía, territorio cuya situación política no estaba del todo clara, ya que había sido sometido por el imperio romano y reconquistado por los bárbaros sublevados, lo que convertía la zona en un auténtico campo de batalla constante y en el que ningún bando lograba imponerse al otro de forma definitiva.
Cuando Julio César se adentro en la región del Ponto, esta estaba dominada por el rey Farnaces II, hijo del anterior rey Mitrídates, el cual había conseguido derrotar al ejército romano en diferentes batallas por Asia menor mostrando gran crueldad con los soldados vencidos a los que practicaba auténticas aberraciones físicas.
Farnaces al ser consciente de la llegada del general romano y sus intenciones, se limito a ganar tiempo enviando a varios emisarios con el fin de llegar a algún tipo de acuerdo. Julio César estaba al tanto de todas las tretas que podría desplegar Farnaces por lo que rechazo cualquier pacto y se dirigió directo a la guerra en busca del rey bárbaro.
Sin embargo Farnaces II subestimó por complet las limitadas tropas de Julio César y se lanzó a un ataque directo cara a cara contra el ejército romano.
El general romano se vio sorprendido ante el ataque a todo o nada que propuso un Farnaces acostumbrado a luchar de manera cobarde con ataques cortos de tanteo sin exponer todas sus armas. De esta manera, el combate a vida o muerte fue encarnizado, implacable, sangriento e inclemente. El ejército romano permaneció al borde de la derrota al verse sorprendidos, cuando aún preparaban el campamento de combate, por el asalto de los bárbaros, sin embargo, el romano, era un ejército con mucha experiencia y mejor preparado por lo que logró sobreponerse a la adversidad y aniquiló a las tropas de Farnaces II en lo que fue llamada la Batalla de Zela.
Sin duda, Julio César fue un pionero a la hora de descubrir lo importante que era la comunicación con el pueblo, con el público. Pero no solo la comunicación a través del discurso o de los relatos escritos, también dominaba la comunicación visual es sus triunfales desfiles donde desplegaba todo su poderío incluyendo a los prisioneros más importantes para que todo el pueblo lo viera, y se sintieran participes de sus victorias.
La forma de comunicar, que empleaba el emperador romano, a la hora de describir sus batallas, ensalzando sus victorias, causaron respeto e incluso terror entre sus enemigos lo que facilita el camino a la hora de conseguir los objetivos y a la hora de entrar en combate.
Hoy en día la expresión Veni, vidi, vici, se utiliza habitualmente para expresar la rapidez con la que se ha hecho algo que ha tenido éxito.
Por otra parte, y según la Fundéu ( fundación del español urgente) esta expresión latina se escribe a menudo de forma incorrecta. El veni es transformado, a veces, en "vini" o "vine"y vici
aparece como "vinci", "vince" o incluso "venci" o "vincit".
La Fondéu recomienda escribir siempre Veni, vidi,vici. (Llegué, vi y vencí) y evitar otras fórmulas inadecuadas.
Vine, vi y vencí.
Tres escuetas palabra con las que Julio César resumió su batalla contra el rey bárbaro Farnaces II. Sin duda, el parte de guerra más corto de la historia.
El general y cónsul romano Julio César, tras intervenir en la Batalla del Nilo, en la cual se decidía el destino del imperio egipcio, tomó el camino a casa fijando un nuevo rumbo y objetivo, solucionar un problema que Roma padecía desde hace muchos años.
El camino atravesaba la región del Ponto por la actual Turquía, territorio cuya situación política no estaba del todo clara, ya que había sido sometido por el imperio romano y reconquistado por los bárbaros sublevados, lo que convertía la zona en un auténtico campo de batalla constante y en el que ningún bando lograba imponerse al otro de forma definitiva.
Cuando Julio César se adentro en la región del Ponto, esta estaba dominada por el rey Farnaces II, hijo del anterior rey Mitrídates, el cual había conseguido derrotar al ejército romano en diferentes batallas por Asia menor mostrando gran crueldad con los soldados vencidos a los que practicaba auténticas aberraciones físicas.
Farnaces al ser consciente de la llegada del general romano y sus intenciones, se limito a ganar tiempo enviando a varios emisarios con el fin de llegar a algún tipo de acuerdo. Julio César estaba al tanto de todas las tretas que podría desplegar Farnaces por lo que rechazo cualquier pacto y se dirigió directo a la guerra en busca del rey bárbaro.
Sin embargo Farnaces II subestimó por complet las limitadas tropas de Julio César y se lanzó a un ataque directo cara a cara contra el ejército romano.
El general romano se vio sorprendido ante el ataque a todo o nada que propuso un Farnaces acostumbrado a luchar de manera cobarde con ataques cortos de tanteo sin exponer todas sus armas. De esta manera, el combate a vida o muerte fue encarnizado, implacable, sangriento e inclemente. El ejército romano permaneció al borde de la derrota al verse sorprendidos, cuando aún preparaban el campamento de combate, por el asalto de los bárbaros, sin embargo, el romano, era un ejército con mucha experiencia y mejor preparado por lo que logró sobreponerse a la adversidad y aniquiló a las tropas de Farnaces II en lo que fue llamada la Batalla de Zela.
Sin duda, Julio César fue un pionero a la hora de descubrir lo importante que era la comunicación con el pueblo, con el público. Pero no solo la comunicación a través del discurso o de los relatos escritos, también dominaba la comunicación visual es sus triunfales desfiles donde desplegaba todo su poderío incluyendo a los prisioneros más importantes para que todo el pueblo lo viera, y se sintieran participes de sus victorias.
La forma de comunicar, que empleaba el emperador romano, a la hora de describir sus batallas, ensalzando sus victorias, causaron respeto e incluso terror entre sus enemigos lo que facilita el camino a la hora de conseguir los objetivos y a la hora de entrar en combate.
Hoy en día la expresión Veni, vidi, vici, se utiliza habitualmente para expresar la rapidez con la que se ha hecho algo que ha tenido éxito.
Por otra parte, y según la Fundéu ( fundación del español urgente) esta expresión latina se escribe a menudo de forma incorrecta. El veni es transformado, a veces, en "vini" o "vine"y vici
aparece como "vinci", "vince" o incluso "venci" o "vincit".
La Fondéu recomienda escribir siempre Veni, vidi,vici. (Llegué, vi y vencí) y evitar otras fórmulas inadecuadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario