jueves, 15 de noviembre de 2018

Recordando tiempos de reutilizar-reciclar.

Hola a todos. Aunque no creo que las generaciones más jóvenes reprochen a los mayores el no haber tenido una conciencia medioambiental, en este relato (compartido de internet) se trata de recordar que quizá, en tiempos pasados, se generaban menos residuos y los que se generaban se reciclaban mejor. Aunque  la introducción para dar pie a esta reflexión no sea la más acertada...


SE METIERON CON LA GENERACIÓN EQUIVOCADA
En la fila del supermercado, la cajera le dice a un señor mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.



El señor pide disculpas y explica: "Es que no había esta moda verde en mis tiempos."

La empleada le contestó: "Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente."

Tiene razón, le dice el señor: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos:

- En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.

- Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina, así se conservaba energía eléctrica.


- Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en coches de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer 1 milla.

- Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.

- Secábamos la ropa en la soga, no en secadoras que funcionan con energía eléctrica. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa.

- Entonces teníamos una televisión o radio, en casa, no un televisor en cada habitación.

- En la cocina, molíamos en mortero y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros.



- Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos viejos arrugados para protegerlo, no plástico de burbujas.

- En esos tiempos no usábamos podadora eléctrica para cortar el césped; usábamos una podadora que funcionaba a músculo.

- Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre caminadoras mecánicas que funcionan con electricidad.

- Bebíamos directamente de la llave o en vaso de cristal cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico cada vez que teníamos que tomar agua.

- Cambiábamos las navajas de afeitar en vez de tirar a la basura todo el rastrillo sólo porque la hoja perdió su filo.

- En aquellos tiempos, los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminando, en lugar de usar a su mamá o papá como taxista.

- Teníamos un enchufe en cada habitación, no varios multicontactos para alimentar una docena de artefactos.

-Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más cercana.

- Usábamos teléfonos fijos y sólo había uno cada diez casas, hoy Uds. tienen 10 por cada casa, y cuando los desechan las baterías contaminan la tierra y miles de litros de agua.

- Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo IRRESPONSABLES que éramos los ahora viejos por no tener esta moda verde en nuestros tiempos.

No dejes de enviarle esto a otra persona “mayor” que esté harto de recibir lecciones de ecología de cualquier "sabelotodo” de esta nueva generación.

Soldado momificado. Fotos de la Historia.


El deshielo en los Alpes reveló cadáveres de soldados de la I Guerra Mundial
Un curioso fenómeno producto del cambio climático puede observarse en algunas de las zonas más frías del mundo: en los últimos años, el deshielo acelerado de los glaciares ha dejado al descubierto cuerpos momificados y objetos de distintos momentos de la historia. Entre los responsables de estos hallazgos se encuentra el guía de montaña Maurizio Vincenzi, habitante de Peio, Italia.

Hace un siglo, el pequeño pueblo ubicado al pie de los Alpes fue uno de los lugares donde se llevó a cabo la Guerra Blanca, en la que austríacos e italianos combatieron a temperaturas inferiores a los 30 grados bajos cero.

Las expediciones de Vincenzi le permitieron acuñar una vasta colección de objetos pertenecientes a soldados que formaron parte de aquel crudo enfrentamiento, ocultos durante décadas bajo el hielo. Ametralladoras, espadas, bombas, gorros, botas y toda clase de curiosos artefactos forman parte ahora de un museo montado por él mismo en el ayuntamiento de Peio.
En una ocasión, el guía de montaña se enfrentó al escalofriante encuentro de 3 cuerpos de jóvenes combatientes. Y éstos no fueron los únicos: el derretimiento de los Alpes, desde 1990 hasta la actualidad, ha provocado la “reaparición” de más de 80 soldados fallecidos durante la Primera Guerra Mundial, además de diversos materiales de aquella época. Los numerosos y cada vez más frecuentes descubrimientos de este tipo (cadáveres, fósiles de decenas de miles de años, restos de aviones, joyas) plantean la necesidad de crear una nueva disciplina científica: la arqueología glaciar.


No jugar con fuego.

Los adultos siempre recuerdan a los más pequeños que no conviene jugar con fuego. Y no lo dicen por sabiduría si no por las experiencias vividas.


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