Como ya hemos comentado en otras ocasiones, una mesa de cultivo puede ser una buena solución para empezar con el cultivo de verduras y hortalizas en casa o en el jardín.
A los que se decidan a empezar con un huerto casero, muchas gracias y mucha suerte. Ánimo
Pero ¿Cómo a de ser una mesa de cultivo? ¿Cual elegir?
En el mercado existen multitud de modelos y posibilidades, pero sobre todo se debe tener en cuenta los siguientes factores:
-Impermeabilidad o estanqueidad. Esto es muy importante a la hora de donde vayamos a ubicar la mesa. No es lo mismo que la tengamos en nuestro jardín, donde una mínima perdida de agua no es molesta, que la tengamos en el balcón o terraza de un edificio comunitario y las pérdidas de agua puedan ocasionar algún tipo de inconveniente al vecino de abajo.
Además con un 100% de estanqueidad el agua se aprovecha mejor y se minimizan gastos.
-Estabilidad. Lógicamente a una mesa de cultivo debemos pedirle un mínimo de estabilidad en sus patas ya que debe soportar el peso de la tierra, plantas y agua de riego.
-Ligereza. La estabilidad para nada es incompatible con la ligereza. Hoy en día existen materiales ligeros que dotan a las mesas de gran estabilidad y son fáciles de manejar y transportar por una sola persona.
-Durabilidad. Esta característica también hace referencia a los materiales de los que pueda estar hecha una mesa de cultivo. Deben soportar las humedades y las inclemencias del tiempo. El aluminio o el acero galvanizado pueden ser una buena opción.
-Suplementos. Que la mesa esté preparada para poder añadir o completar la mesa de cultivo con otros elementos, como pueden ser un toldo o un plástico tipo invernadero o incluso una estructura para guiar las plantas en sentido vertical, puede resultar muy práctico.
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