No tener dos dedos de frente: Corto de entendederas, con un nivel de inteligencia o comprensión bajo o por debajo de la media o considerado por la mayoría como normal. También aplicable a personas que realizan actos peligrosos, incorrectos o fuera de lo permitido.
Expresión usada para vilipendiar a personas con escasa capacidad para comprender, razonar, discernir o apreciar.
Se hace referencia a la anchura de la frente como indicador de inteligencia, es decir, que la anchura de la frente es directamente proporcional a la capacidad intelectual de la persona, cuando de sobras sabemos que no tiene nada que ver, en absoluto.
Sin embargo se utiliza esta frase para señalar que por lo menos hay que tener un mínimo exigible de espacio frontal para albergar algo de inteligencia.
Tanto en el antiguo Egipo como en la Grecia clásica, se relacionaba ciertos rasgo físicos con la capacidad intelectual, pero fue Franz Josehp Gall quien se encargó de popularizar en el siglo XIX la creencia de que a mayor tamaño craneal, mayor sería la inteligencia del individuo. Se pensaba que la inteligencia se situaba en la zona frontal de la cabeza, por lo tanto una frente ancha era símbolo de brillantez y templanza. Como consecuencia una frente demasiado estrecha era indicador de todo lo contrario, tomando como referencia y medida los "dos dedos de frente" como guía para calificar la lucidez de una persona.
Como conclusión se puede decir que la expresión coloquial "No tener dos dedos de frente" es una clara exageración, pero ilustra muy bien el concepto y lo que se quiere trasmitir.
Expresión usada para vilipendiar a personas con escasa capacidad para comprender, razonar, discernir o apreciar.
Se hace referencia a la anchura de la frente como indicador de inteligencia, es decir, que la anchura de la frente es directamente proporcional a la capacidad intelectual de la persona, cuando de sobras sabemos que no tiene nada que ver, en absoluto.
Sin embargo se utiliza esta frase para señalar que por lo menos hay que tener un mínimo exigible de espacio frontal para albergar algo de inteligencia.
Tanto en el antiguo Egipo como en la Grecia clásica, se relacionaba ciertos rasgo físicos con la capacidad intelectual, pero fue Franz Josehp Gall quien se encargó de popularizar en el siglo XIX la creencia de que a mayor tamaño craneal, mayor sería la inteligencia del individuo. Se pensaba que la inteligencia se situaba en la zona frontal de la cabeza, por lo tanto una frente ancha era símbolo de brillantez y templanza. Como consecuencia una frente demasiado estrecha era indicador de todo lo contrario, tomando como referencia y medida los "dos dedos de frente" como guía para calificar la lucidez de una persona.
Como conclusión se puede decir que la expresión coloquial "No tener dos dedos de frente" es una clara exageración, pero ilustra muy bien el concepto y lo que se quiere trasmitir.
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