miércoles, 19 de julio de 2017

Los espejismos del Verano.

Todos hemos experimentado alguna vez, cuando circulamos por una carretera en verano y la temperatura es elevada, que el asfalto se convierte en una piscina, aunque en realidad se trata de un efecto óptico. ¿Sabes por qué ocurre esto?




Se trata de un fenómeno que tiene que ver con la refracción de la luz. Cuando la luz atraviesa dos sustancias con un índice de refracción diferente, como puede ser el aire caliente y aire frío, es cuando se produce este efecto.


La refracción de la luz causa una modificación en las ondas de luz que atraviesan el aire caliente que está por encima de la superficie calentada. En este caso el aire caliente y el aire frío al tener una refracción diferente se producen las conocidas ondas de calor.


Para entenderlo mejor debemos saber que el aire caliente es menos denso que el aire frío, por lo que la luz se curva al cambiar de un medio a otro con densidad diferente. El asfalto de la carretera lo vemos borroso porque la temperatura en el aire no es constante.


El aire caliente asciende por un momento y vuelve a enfriarse, volviendo a descender y calentarse de nuevo. La combinación de aire caliente con aire frío causa vibraciones que a simple vista nos parecen imágenes borrosas.


Este fenómeno también explica los famosos espejismos del oasis en medio del desierto, y es que esta ilusión óptica causa la apariencia de agua o aceite en el camino. El efecto también lo podemos ver cuando introducimos un lápiz en un vaso de agua y parece que el lápiz se ha partido en dos.


En el caso del asfalto borroso, el efecto se nota más en verano porque la superficie se calienta demasiado, sin embargo, también lo podemos ver en invierno. Seguro que la próxima vez que cojas el coche te fijas más y ya encontrarás una explicación.
Fuente: el tiempo.es


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