Dos gardenias para ti, con ellas quiero decir; te quiero, te adoro... (canción de Antonio Machín)
Flor de Gardenia.
Las gardenias son unas plantas de interior muy populares. Un correcto mantenimiento, riego, poda y trasplante nos ayudarán a mejorar la floración de éstas. Y todo ello es lo que veremos en las siguientes líneas.
Antes de nada comentar algo breve sobre las gardenias, y es que éstas son, sin duda, unas de las plantas de interior más bellas. Éstas gustan especialmente por su abundante floración y por su delicado aroma de jazmín.
Además esta planta se adapta bien al interior de los hogares, siempre que no esté cerca de fuentes de calor para evitar así su deshidratación. En exterior necesita de un clima muy suave, lejos de las heladas invernales.
Plantación de las gardenias
En interior se recomienda plantar las gardenias en un mantillo especial para plantas de interior. Elegiremos un lugar en el que reciba buena cantidad de luz, pero nunca sol directo. Cuando vayas a trasplantarla, hazlo preferiblemente a finales del invierno y siempre que veas que la maceta se le ha quedado muy pequeña a la planta.
Si plantamos las gardenias al aire libre, debemos tener claro que nuestra temperatura solo puede tener un verano caluroso y un invierno suave. Para su tierra, mezcla el suelo de tu jardín con mantillo y hojas secas. Elige un lugar abrigado, ligeramente soleado y nunca demasiado expuesto al sol.
Riegos de las gardenias
Las gardenias no se llevan nada bien con el agua calcárea, por lo que es preferible que uses agua de lluvia o mineral, sobre todo si el agua de grifo de tu zona es muy calcárea. Igualmente necesita de humedad constante, por lo que es conveniente que las coloques sobre un lecho de bolas de arcilla o grava, y que éstas siempre estén anegadas. Con la evaporación del agua, recrearemos las condiciones naturales de la vida de estas plantas en los trópicos.
En primavera y verano es importante regarlas regularmente sin llegar a inundar la planta. Para no fallar, espera a que la superficie del suelo esté seca entre cada riego. En otoño e invierno reduce los riegos. Espera a que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar.
Podas y cuidado.
Tras la floración, poda ligeramente tu arbusto para mantener su diseño compacto, reduciendo casi 1/3 de sus ramas. Quita las flores marchitas a medida que vayan surgiendo para así estimular la aparición de nuevas flores.
Para fortalecer la planta y que ésta tenga una espectacular floración, utiliza un fertilizante especial para gardenias.
Las gardenias son unas plantas de interior muy populares. Un correcto mantenimiento, riego, poda y trasplante nos ayudarán a mejorar la floración de éstas. Y todo ello es lo que veremos en las siguientes líneas.
Antes de nada comentar algo breve sobre las gardenias, y es que éstas son, sin duda, unas de las plantas de interior más bellas. Éstas gustan especialmente por su abundante floración y por su delicado aroma de jazmín.
Además esta planta se adapta bien al interior de los hogares, siempre que no esté cerca de fuentes de calor para evitar así su deshidratación. En exterior necesita de un clima muy suave, lejos de las heladas invernales.
Plantación de las gardenias
En interior se recomienda plantar las gardenias en un mantillo especial para plantas de interior. Elegiremos un lugar en el que reciba buena cantidad de luz, pero nunca sol directo. Cuando vayas a trasplantarla, hazlo preferiblemente a finales del invierno y siempre que veas que la maceta se le ha quedado muy pequeña a la planta.
Si plantamos las gardenias al aire libre, debemos tener claro que nuestra temperatura solo puede tener un verano caluroso y un invierno suave. Para su tierra, mezcla el suelo de tu jardín con mantillo y hojas secas. Elige un lugar abrigado, ligeramente soleado y nunca demasiado expuesto al sol.
Riegos de las gardenias
Las gardenias no se llevan nada bien con el agua calcárea, por lo que es preferible que uses agua de lluvia o mineral, sobre todo si el agua de grifo de tu zona es muy calcárea. Igualmente necesita de humedad constante, por lo que es conveniente que las coloques sobre un lecho de bolas de arcilla o grava, y que éstas siempre estén anegadas. Con la evaporación del agua, recrearemos las condiciones naturales de la vida de estas plantas en los trópicos.
En primavera y verano es importante regarlas regularmente sin llegar a inundar la planta. Para no fallar, espera a que la superficie del suelo esté seca entre cada riego. En otoño e invierno reduce los riegos. Espera a que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar.
Podas y cuidado.
Tras la floración, poda ligeramente tu arbusto para mantener su diseño compacto, reduciendo casi 1/3 de sus ramas. Quita las flores marchitas a medida que vayan surgiendo para así estimular la aparición de nuevas flores.
Para fortalecer la planta y que ésta tenga una espectacular floración, utiliza un fertilizante especial para gardenias.
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