Cuando delante de nosotros tenemos nuestro plato preferido, nos seduce e invade nuestros sentidos. Esto puede jugarnos una mala pasada a la hora de comportarnos en la mesa, y es que hay veces que cuesta no dejarse llevar por las sensaciones gastronómicas que nos brinda un buen plato hecho con cariño.
VISTO EN: http://infografiasencastellano.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario