Esta jardinera de piedra, aunque yo comencé a hacerla e hice la base redonda, el mérito del acabado final se lo debo a Salvador (Tío Boro) gran maestro de la mampostería.
Vamos con el trabajito:
Primero localizamos el centro de esta jardinera y clavamos una varilla o estaca que nos servirá para marcar la circunferencia. Atamos una cuerda a la varilla y le damos la longitud deseada a la cuerda. En este caso, como ya hay una jardinera hecha, le he dado 20 centímetros a partir de la misma, para que quepan piedras de un tamaño medio.
Atamos otra varilla o un palo en el extremo de la cuerda y vamos marcando sobre el terreno la circunferencia dando la vuelta sobre el eje central.
Como he dicho antes, aprovechando que el hormigón no ha fraguado todavía, empiezo a colocar las primeras piedras para que asienten mejor. Aún así, tal vez sea necesario recurrir a falcar o apuntalar las piedras colocadas con otras más pequeñitas para evitar que se muevan o para conseguir la inclinación deseada.
Seguimos echando hormigón y colocando piedras...
Una vez finalizada la primer hilera de piedras, las refuerzo por dentro con cemento para que queden bien sujetas, ya que entre ellas no he puesto cemento para que no se vea desde fuera.
Como esta jardinera ya tiene otra dentro que contiene la tierra no hay problema, pero si se hiciera una jardinera de piedra para luego rellenarla de tierra, hay que tener la precaución de sellarla bien, es decir, tapar todas las juntas y huecos que queden entre las piedras para que cuando se riegue el agua no encuentre una salida y arrastre consigo parte de la tierra de la jardinera, evitando así las molestias de barro y tener que rellenar de tierra la jardinera de vez en cuando.
Una vez reforzadas las piedras con cemento, se procede al llenado de los huecos existentes hasta el nivel de las piedras, para facilitar la colocación de la siguiente hilera de piedras.
Se puede rellenar con lo que tengas a mano, cualquier tipo de escombro (no es aconsejable yeso y escayola), piedras, grava, arlita, etc.
Poco a poco voy terminando la segunda hilera tratando de llegar al nivel de la jardinera de dentro, donde junto con las piedras servirá de apoyo para la losa de remate final.
Esta es quizás, la parte más difícil, donde ya no tenemos el margen, a la hora de colocar la piedra, que teníamos en la hilera de la base. Con ayuda del martillo vamos adaptando las piedras, en la medida de lo posible, a la altura deseada.
Tranquilos porque la piedra permite ligeras variaciones. Al ser un elemento natural, aunque de una a otra varíen algunos centímetros, luego, con la losa de encima se puede remediar.
Ya tenemos acabada la segunda hilera de piedras y con ella hemos terminado de rodear con piedras la jardinera ahora falta rematarla por arriba.
Rellenamos todos los huecos que previamente he reforzado con cemento...
..y luego vertemos una capa de hormigón para formar una base llana donde irán colocadas las losas de encima.
Se colocaron dos piedras confrontadas para comprobar el nivel de un extremo a otro e ir igualando en caso necesario.
Colocación de losas por parte de Salvador, yo solamente observaba.
Una vez acabado el remate con la losa de piedra, se procede al rejuntado de las mismas para lograr una mayor sujeción y un acabado más liso.
Tras esperar varias horas a que el cemento vaya fraguando (esto depende del clima exterior) se procede a la limpieza de la piedra y la retirada de cemento sobrante. Esto es, ayudados por un cepillo con púas de hierro intentamos descubrir la mayor superficie posible de la piedra que hayamos tapado con el cemento, respetando las juntas, se trata más que nada de limpiar la piedra...
...luego, con una escoba de mano retiramos todo el polvo de cemento y listo ya nos podemos sentar en nuestra nueva jardinera de piedra.
Resultado final.
Vamos con el trabajito:
Primero localizamos el centro de esta jardinera y clavamos una varilla o estaca que nos servirá para marcar la circunferencia. Atamos una cuerda a la varilla y le damos la longitud deseada a la cuerda. En este caso, como ya hay una jardinera hecha, le he dado 20 centímetros a partir de la misma, para que quepan piedras de un tamaño medio.
Atamos otra varilla o un palo en el extremo de la cuerda y vamos marcando sobre el terreno la circunferencia dando la vuelta sobre el eje central.
Una vez marcado, procedemos a la retirada de parte de la tierra suelta que hay en la zona de la circunferencia, para echar un poco de hormigón a modo de cimentación, aunque si se quiere hacer sin cimentación no pasa nada, debido a la altura mínima que tendrá la jardinera.
El hormigón sirve para que las piedras que conformen la base queden mejor asentadas y sujetas.
Como he dicho antes, aprovechando que el hormigón no ha fraguado todavía, empiezo a colocar las primeras piedras para que asienten mejor. Aún así, tal vez sea necesario recurrir a falcar o apuntalar las piedras colocadas con otras más pequeñitas para evitar que se muevan o para conseguir la inclinación deseada.
Seguimos echando hormigón y colocando piedras...
Una vez finalizada la primer hilera de piedras, las refuerzo por dentro con cemento para que queden bien sujetas, ya que entre ellas no he puesto cemento para que no se vea desde fuera.
Como esta jardinera ya tiene otra dentro que contiene la tierra no hay problema, pero si se hiciera una jardinera de piedra para luego rellenarla de tierra, hay que tener la precaución de sellarla bien, es decir, tapar todas las juntas y huecos que queden entre las piedras para que cuando se riegue el agua no encuentre una salida y arrastre consigo parte de la tierra de la jardinera, evitando así las molestias de barro y tener que rellenar de tierra la jardinera de vez en cuando.
Una vez reforzadas las piedras con cemento, se procede al llenado de los huecos existentes hasta el nivel de las piedras, para facilitar la colocación de la siguiente hilera de piedras.
Se puede rellenar con lo que tengas a mano, cualquier tipo de escombro (no es aconsejable yeso y escayola), piedras, grava, arlita, etc.
Poco a poco voy terminando la segunda hilera tratando de llegar al nivel de la jardinera de dentro, donde junto con las piedras servirá de apoyo para la losa de remate final.
Esta es quizás, la parte más difícil, donde ya no tenemos el margen, a la hora de colocar la piedra, que teníamos en la hilera de la base. Con ayuda del martillo vamos adaptando las piedras, en la medida de lo posible, a la altura deseada.
Tranquilos porque la piedra permite ligeras variaciones. Al ser un elemento natural, aunque de una a otra varíen algunos centímetros, luego, con la losa de encima se puede remediar.
Ya tenemos acabada la segunda hilera de piedras y con ella hemos terminado de rodear con piedras la jardinera ahora falta rematarla por arriba.
Rellenamos todos los huecos que previamente he reforzado con cemento...
..y luego vertemos una capa de hormigón para formar una base llana donde irán colocadas las losas de encima.
Para este menester, tengo que decir que he contado con la inestimable colaboración de Salvador, maestro de la mampostería, por lo que el resultado final es mucho más satisfactorio que si lo hubiera realizado un servidor.
Todo el mérito del acabado final es de Salvador que ha sabido solventar pequeñas variaciones de desnivel intercalando piedras de distinto grosor según sus necesidades. Gracias.
Se colocaron dos piedras confrontadas para comprobar el nivel de un extremo a otro e ir igualando en caso necesario.
Colocación de losas por parte de Salvador, yo solamente observaba.
Se colocaron las piedras formando el circulo exterior y formando otro circulo más pequeño por la parte de arriba rodeando el tronco del árbol. Este se hizo a ojo de buen cubero aunque siempre existe la posibilidad de ir comprobando la medida con un flexómetro para que no varíe mucho la circunferencia.
Una vez acabado el remate con la losa de piedra, se procede al rejuntado de las mismas para lograr una mayor sujeción y un acabado más liso.
Tras esperar varias horas a que el cemento vaya fraguando (esto depende del clima exterior) se procede a la limpieza de la piedra y la retirada de cemento sobrante. Esto es, ayudados por un cepillo con púas de hierro intentamos descubrir la mayor superficie posible de la piedra que hayamos tapado con el cemento, respetando las juntas, se trata más que nada de limpiar la piedra...
...luego, con una escoba de mano retiramos todo el polvo de cemento y listo ya nos podemos sentar en nuestra nueva jardinera de piedra.
Resultado final.
Muy buena la explicacion; desde Venezuela Gracias
ResponderEliminarME HA GUSTADO MUCHO.
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