Para asegurarnos de consumir nuestras frutas de una forma segura, conviene almacenarlas apropiadamente, previniendo enfermedades y manteniendo las piezas sanas y saludables. Para ello es aconsejable no lavar la fruta antes de almacenarla, aunque hay veces que vienen muy sucias después de cosecharlas, en ese caso lavar y secar bien antes de guardar. Además de este consejo aquí podemos ver otro más específicos para algunos tipos de fruta...
Visto en: adictamente.blogspot.com
Manzanas
Si están almacenadas en un lugar fresco, las manzanas pueden durar semanas fuera de la nevera. Sin embargo, si comienzan a madurar, atraen insectos, especialmente moscas, por eso lo mejor es guardarlas en frío dentro de una caja o cajón de cartón, tal como las ves en la frutería.
Bananas
Si les quitas el tallo, los plátanos tardan más en madurar. Conviene hacerlo y guardarlos en un cesto agujereado o con aberturas para que les de aire. No es recomendable ponerlos en el refrigerador, aunque si es verano, se sentirán mucho más ricos así.
Limones
Dejar en la frutera de la cocina a los limones no es pecado. Sin embargo, si no los vas a consumir en el mediano plazo, pueden secarse. Lo mejor en tal caso es guardarlos en el refrigerador. ¿Quieres que se conserven aún más? Prueba introduciéndolos en una bolsa con cierre hermético. De ese modo la fruta no se deshidratará ni se pudrirá.
Uvas
Luego de adquirirlas, debes asegurarte de que todas las uvas estén libres de moho. También debes evitar lavarlas, ya que así las harás más blandas y vulnerables a la maduración y al crecimiento de bacterias en su interior. Simplemente, guárdalas en la nevera y límpialas recién cuando vayas a comerlas.
Kiwis
Esta fruta suele venderse un poco verde. Lo mejor es mantenerla a temperatura ambiente hasta que madure y luego refrigerarla. No es conveniente dejar el kiwi en la nevera más de una semana.
Higos
A los higos no les gusta la humedad, así que no conviene guardarlos en recipientes cerrados. Es mucho mejor implementar una bolsa de papel que absorberá el exceso de humedad. También es útil dejarlos en un plato dentro de la nevera. Se conservan hasta una semana.
Si están almacenadas en un lugar fresco, las manzanas pueden durar semanas fuera de la nevera. Sin embargo, si comienzan a madurar, atraen insectos, especialmente moscas, por eso lo mejor es guardarlas en frío dentro de una caja o cajón de cartón, tal como las ves en la frutería.
Bananas
Si les quitas el tallo, los plátanos tardan más en madurar. Conviene hacerlo y guardarlos en un cesto agujereado o con aberturas para que les de aire. No es recomendable ponerlos en el refrigerador, aunque si es verano, se sentirán mucho más ricos así.
Limones
Dejar en la frutera de la cocina a los limones no es pecado. Sin embargo, si no los vas a consumir en el mediano plazo, pueden secarse. Lo mejor en tal caso es guardarlos en el refrigerador. ¿Quieres que se conserven aún más? Prueba introduciéndolos en una bolsa con cierre hermético. De ese modo la fruta no se deshidratará ni se pudrirá.
Uvas
Luego de adquirirlas, debes asegurarte de que todas las uvas estén libres de moho. También debes evitar lavarlas, ya que así las harás más blandas y vulnerables a la maduración y al crecimiento de bacterias en su interior. Simplemente, guárdalas en la nevera y límpialas recién cuando vayas a comerlas.
Kiwis
Esta fruta suele venderse un poco verde. Lo mejor es mantenerla a temperatura ambiente hasta que madure y luego refrigerarla. No es conveniente dejar el kiwi en la nevera más de una semana.
Higos
A los higos no les gusta la humedad, así que no conviene guardarlos en recipientes cerrados. Es mucho mejor implementar una bolsa de papel que absorberá el exceso de humedad. También es útil dejarlos en un plato dentro de la nevera. Se conservan hasta una semana.
Naranjas, mandarinas y pomelos
Los cítricos por lo general no soportan mucho estando en un recipiente cerrado, ni mucho menos en una bolsa plástica, excepto el limón, tal como se explicó antes. Lo mejor entonces es dejarlos fuera de la nevera en un lugar con abundante circulación de aire. Y si prefieres enfriarlos, es preferible que los dejes en el cajón de la verdura.
Duraznos y mangos
Si los compraste en la frutería un poco verdes, la mejor opción es dejarlos afuera hasta que maduren, lo cual ocurrirá entre dos y cuatro días. Después, los guardas en la nevera, donde pueden quedar estacionados durante cinco a siete días. Para congelarlos, antes debes hervirlos a modo de compota.
Melones
Si no lo has cortado aún, el melón puede resistir un par de semanas alejado de fuentes de calor. Pero si ya lo has cortado, será mejor dejarlo en un plato dentro de la nevera, cuidando de que no acumule mucho jugo para que no se pudra rápidamente.
Peras
Como contienen mucha agua, las peras deben mantenerse en un lugar frío para que no maduren muy pronto. También pueden almacenarse en una bolsa de papel. Si, de lo contrario, están un poco verdes, un buen truco para acelerar la maduración es poner una manzana junto a ellas.
Sandía
Al igual que el melón, si la mantienes sin cortar fuera de la nevera a temperatura ambiente, puede durar de siete a diez días. Una vez cortada, esta fruta puede almacenarse en el refrigerador durante dos días o tres. Luego notarás que su sabor no es el mismo y es preferible no consumirla cuando éste se vea alterado.
Frambuesas
Luego de comprarlas, hay una manera de lograr que las frambuesas duren más. Debes lavarlas con solución de vinagre, que se hace con una parte de vinagre y tres partes de agua. Luego las colocas en un tazón de plástico dentro de la nevera con un papel absorbente debajo. Si ves que el papel se humedece, es mejor volver a colocar un papel seco.
Ciruelas
La mejor manera de conservar las ciruelas es a temperatura ambiente. Así duran hasta cinco días. Si las ves maduras, puedes guardarlas en la nevera, pero sin lavarlas, para evitar el ingreso de bacterias.
Kakis
Por su textura y astringencia, el kaki requiere un tipo de conservación peculiar. Se sabe que los chinos mantenían este fruto enterrándolo bajo tierra, de modo que no tuviese oxígeno para madurar muy rápido. En el hogar se puede hacer lo mismo, envolviéndolo en un film durante algunos días para que no entre en contacto con el aire.
Ananá o piña
Si compraste un ananá en su punto justo de maduración, para disfrutar por un tiempo de su sabor y cualidades naturales tienes que cuidarla de los cambios de temperatura. Es preferible conservarla en un lugar fresco y seco. Si aún no la has cortado, no la coloques en la nevera para que la pulpa no se ablande. Y luego, ponle un film para que no pierda su jugo ni se ponga mustia.
Los cítricos por lo general no soportan mucho estando en un recipiente cerrado, ni mucho menos en una bolsa plástica, excepto el limón, tal como se explicó antes. Lo mejor entonces es dejarlos fuera de la nevera en un lugar con abundante circulación de aire. Y si prefieres enfriarlos, es preferible que los dejes en el cajón de la verdura.
Duraznos y mangos
Si los compraste en la frutería un poco verdes, la mejor opción es dejarlos afuera hasta que maduren, lo cual ocurrirá entre dos y cuatro días. Después, los guardas en la nevera, donde pueden quedar estacionados durante cinco a siete días. Para congelarlos, antes debes hervirlos a modo de compota.
Melones
Si no lo has cortado aún, el melón puede resistir un par de semanas alejado de fuentes de calor. Pero si ya lo has cortado, será mejor dejarlo en un plato dentro de la nevera, cuidando de que no acumule mucho jugo para que no se pudra rápidamente.
Peras
Como contienen mucha agua, las peras deben mantenerse en un lugar frío para que no maduren muy pronto. También pueden almacenarse en una bolsa de papel. Si, de lo contrario, están un poco verdes, un buen truco para acelerar la maduración es poner una manzana junto a ellas.
Sandía
Al igual que el melón, si la mantienes sin cortar fuera de la nevera a temperatura ambiente, puede durar de siete a diez días. Una vez cortada, esta fruta puede almacenarse en el refrigerador durante dos días o tres. Luego notarás que su sabor no es el mismo y es preferible no consumirla cuando éste se vea alterado.
Frambuesas
Luego de comprarlas, hay una manera de lograr que las frambuesas duren más. Debes lavarlas con solución de vinagre, que se hace con una parte de vinagre y tres partes de agua. Luego las colocas en un tazón de plástico dentro de la nevera con un papel absorbente debajo. Si ves que el papel se humedece, es mejor volver a colocar un papel seco.
Ciruelas
La mejor manera de conservar las ciruelas es a temperatura ambiente. Así duran hasta cinco días. Si las ves maduras, puedes guardarlas en la nevera, pero sin lavarlas, para evitar el ingreso de bacterias.
Kakis
Por su textura y astringencia, el kaki requiere un tipo de conservación peculiar. Se sabe que los chinos mantenían este fruto enterrándolo bajo tierra, de modo que no tuviese oxígeno para madurar muy rápido. En el hogar se puede hacer lo mismo, envolviéndolo en un film durante algunos días para que no entre en contacto con el aire.
Ananá o piña
Si compraste un ananá en su punto justo de maduración, para disfrutar por un tiempo de su sabor y cualidades naturales tienes que cuidarla de los cambios de temperatura. Es preferible conservarla en un lugar fresco y seco. Si aún no la has cortado, no la coloques en la nevera para que la pulpa no se ablande. Y luego, ponle un film para que no pierda su jugo ni se ponga mustia.
Dátiles
Los dátiles húmedos se guardan en una bolsa de papel dentro del refrigerador, donde resisten por una semana. La idea es que el papel absorba la humedad y evite que se pudran. Pero si el fruto está seco, es ideal dejarlos fuera del frío, en un recipiente cerrado.
Papayas
La papaya necesita frío. Debes guardarla en la nevera hasta que madure, envuelta en papel de aluminio. Si una vez llegado ese punto no vas a consumirla, puedes sacarle la pulpa y colocarla dentro de un recipiente plástico.
Membrillos
Son una de las frutas que más duran. Puedes dejarlos en el refrigerador durante semanas. Si deseas que maduren pronto, puedes dejarlos afuera, en espacios ventilados, envueltos en papel de periódico. Los membrillos se llevan bien en las mermeladas y tartas dulces.
Arándanos
Si has elegido bien, el arándano en su buen punto es un fruto perfumado, con buen aspecto y poca acidez que debe comerse lo más pronto posible. Lo mejor es no comprarlo verde, ya que no madurará en casa.
Níspero
Si el níspero está maduro, lo mejor es comerlo lo antes posible o guardarlo en la nevera, pero debes saber que no durará mucho. Y si está verde, puedes envolverlo en papel de aluminio y colocarlo en el refrigerador durante una noche.
Los dátiles húmedos se guardan en una bolsa de papel dentro del refrigerador, donde resisten por una semana. La idea es que el papel absorba la humedad y evite que se pudran. Pero si el fruto está seco, es ideal dejarlos fuera del frío, en un recipiente cerrado.
Papayas
La papaya necesita frío. Debes guardarla en la nevera hasta que madure, envuelta en papel de aluminio. Si una vez llegado ese punto no vas a consumirla, puedes sacarle la pulpa y colocarla dentro de un recipiente plástico.
Membrillos
Son una de las frutas que más duran. Puedes dejarlos en el refrigerador durante semanas. Si deseas que maduren pronto, puedes dejarlos afuera, en espacios ventilados, envueltos en papel de periódico. Los membrillos se llevan bien en las mermeladas y tartas dulces.
Arándanos
Si has elegido bien, el arándano en su buen punto es un fruto perfumado, con buen aspecto y poca acidez que debe comerse lo más pronto posible. Lo mejor es no comprarlo verde, ya que no madurará en casa.
Níspero
Si el níspero está maduro, lo mejor es comerlo lo antes posible o guardarlo en la nevera, pero debes saber que no durará mucho. Y si está verde, puedes envolverlo en papel de aluminio y colocarlo en el refrigerador durante una noche.
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