EL CORAZÓN Y LA BOTELLA
Había una vez una niña, como cualquier otra niña; tenía la cabeza llena de curiosidad por todas las maravillas del mundo, llena de imaginaciones sobre las estrellas, llena de asombro por el mar; y todas estas curiosidades las compartía con alguien especial, un adulto que se encontraba en su vida que era muuuuy especial; le fascinaba encontrar cosas nuevas, hasta el día que encontró un sillón vacío, aquel sillón que ocupaba ese alguien especial.
Entonces se sintió insegura y pensó que debía poner su corazón a salvo. Al menos por un tiempo. Así que lo metió en una botella y se la colgó del cuello.
Con esto las cosas parecieron mejorar. Pero la verdad es que ya nada era igual. Se olvidó de las estrellas y ya no se fijaba en el mar.
Ya no tenía curiosidad por las maravillas del mundo y no prestaba mucha atención a nada, excepto a lo pesada e incómoda que se había vuelto la botella. Pero al menos su corazón estaba a salvo.
Los años pasaron.
Nunca se le habría ocurrido qué hacer si no hubiera encontrado a una pequeña que todavía sentía mucha curiosidad por el mundo, una pequeña que le preguntó si los elefantes podían vivir bajo el mar. Antes hubiera sabido responderle a la pequeña. Pero ahora no. Le hacía falta su corazón.
Y en ese preciso momento decidió sacarlo de la botella. Pero no sabía como hacerlo; ya no se acordaba. Nada funcionaba. La botella no podía romperse; solo rebotó y rodó ….
justo hacia el mar.
Ahí la pequeña que todavía sentía curiosidad por el mundo, tuvo una idea que podría funcionar. Y resultó ….. que sí.
El corazón regresó a su lugar ……… Y el sillón ya no estuvo tan vacío.
Aunque la botella sí.
Había una vez una niña, como cualquier otra niña; tenía la cabeza llena de curiosidad por todas las maravillas del mundo, llena de imaginaciones sobre las estrellas, llena de asombro por el mar; y todas estas curiosidades las compartía con alguien especial, un adulto que se encontraba en su vida que era muuuuy especial; le fascinaba encontrar cosas nuevas, hasta el día que encontró un sillón vacío, aquel sillón que ocupaba ese alguien especial.
Entonces se sintió insegura y pensó que debía poner su corazón a salvo. Al menos por un tiempo. Así que lo metió en una botella y se la colgó del cuello.
Con esto las cosas parecieron mejorar. Pero la verdad es que ya nada era igual. Se olvidó de las estrellas y ya no se fijaba en el mar.
Ya no tenía curiosidad por las maravillas del mundo y no prestaba mucha atención a nada, excepto a lo pesada e incómoda que se había vuelto la botella. Pero al menos su corazón estaba a salvo.
Los años pasaron.
Nunca se le habría ocurrido qué hacer si no hubiera encontrado a una pequeña que todavía sentía mucha curiosidad por el mundo, una pequeña que le preguntó si los elefantes podían vivir bajo el mar. Antes hubiera sabido responderle a la pequeña. Pero ahora no. Le hacía falta su corazón.
Y en ese preciso momento decidió sacarlo de la botella. Pero no sabía como hacerlo; ya no se acordaba. Nada funcionaba. La botella no podía romperse; solo rebotó y rodó ….
justo hacia el mar.
Ahí la pequeña que todavía sentía curiosidad por el mundo, tuvo una idea que podría funcionar. Y resultó ….. que sí.
El corazón regresó a su lugar ……… Y el sillón ya no estuvo tan vacío.
Aunque la botella sí.
OLIVER JEFFERS
Oliver Jeffers (Hedland Port, Australia, 1977).
Fue criado en Belfast, Irlanda del Norte. Se dio a conocer como artista contemporáneo joven con varias exposiciones en Belfast entre 1995 y 1998. En esta época, Oliver también comenzó a ilustrar cubiertas de libros para las casas editoriales locales. Entre los años 1999 y 2000, Jeffers viajó a través de América y de Australia, y se estableció en Sydney un tiempo para trabajar como ilustrador y pintor freelance. Volvió de su largo viaje en 2000 para acabar su grado en la Universidad de Ulster. En 2004, su libro Cómo atrapar una estrella fue publicado por los libros de Harper Collins Children's. Tras el éxito internacional de este título, Oliver hizo Perdido y encontrado, que fue un éxito más de ventas y aclamado por la crítica; este libro ganó el Premio de Oro para Libros Infantiles de Nestlé en 2005.
Fondo de Cultura Económica ha editado Cómo atrapar una estrella (2005), Perdido y encontrado (2005), El increíble niño comelibros (2007), De vuelta a casa (2008), El misterioso caso del oso (2008), Había una vez un niño... (caja con tres libros, 2009), El corazón y la botella (2010),Arriba y abajo (2011), Atrapados (2012) y Este alce es mío (2013). (Fuente: fcede.es)
Fue criado en Belfast, Irlanda del Norte. Se dio a conocer como artista contemporáneo joven con varias exposiciones en Belfast entre 1995 y 1998. En esta época, Oliver también comenzó a ilustrar cubiertas de libros para las casas editoriales locales. Entre los años 1999 y 2000, Jeffers viajó a través de América y de Australia, y se estableció en Sydney un tiempo para trabajar como ilustrador y pintor freelance. Volvió de su largo viaje en 2000 para acabar su grado en la Universidad de Ulster. En 2004, su libro Cómo atrapar una estrella fue publicado por los libros de Harper Collins Children's. Tras el éxito internacional de este título, Oliver hizo Perdido y encontrado, que fue un éxito más de ventas y aclamado por la crítica; este libro ganó el Premio de Oro para Libros Infantiles de Nestlé en 2005.
Fondo de Cultura Económica ha editado Cómo atrapar una estrella (2005), Perdido y encontrado (2005), El increíble niño comelibros (2007), De vuelta a casa (2008), El misterioso caso del oso (2008), Había una vez un niño... (caja con tres libros, 2009), El corazón y la botella (2010),Arriba y abajo (2011), Atrapados (2012) y Este alce es mío (2013). (Fuente: fcede.es)
Oliver Jeffers. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario