Cuando una llamada telefónica sorprede a una mujer en plena calle y con su celular dentro de su bolso, el que realiza la llamada empieza a especular sobre los motivos por los cuales no coge la llamada. Esas especulaciones son distintas según la persona que se las plantea, ya sea el padre, la madre, el novio,etc. L a desesperación aumenta a medida que se agotan los tonos de llamada y es que un celular perdido dentro de un bolso de mujer en un día de compras puede ser como buscar una aguja en un pajar. Bunea suerte.
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